Julio, 5
Tus pensamientos de abundancia determinan si tus necesidades van a quedar
satisfechas o no. Cuando piensas en términos de pobreza, y cuando permites que
aniden en tu conciencia el miedo, el temor,
la preocupación, la inferioridad, la avaricia,
el egoísmo y la ansiedad, al igual que cuando
te aferras a esos estados negativos, atraes lo
peor hacia ti. Cuando piensas como pobre,
eres pobre, pues te privas de todas las cosas
buenas de la vida que son tuyas si reajustas
tu forma de pensar y la actitud hacia ellas.
Comienza ahora a pensar en términos de
prosperidad. Considera que todas tus
necesidades están quedando satisfechas de
un modo maravilloso. Niégate a considerarte
carente de algo, porque si careces de algo, la
falta está en tu propia conciencia. ¿Por qué
detener el flujo de Mi suministro abundante,
¡limitado, por medio de tu conciencia
limitada, constreñida? Cuando comiences a
entender y a aceptar de dónde procede todo,
y cuando puedas darme gracias por todo de
un modo libre y gozoso, no carecerás de
nada absolutamente.

Comentarios
Publicar un comentario